febrero 25, 2010

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Vuelve. Me pregunto si aún me reconocerá, si sabrá que sigo siendo la misma amorfa.

Iré llevando tacones negros, con sonrisas de repuesto, usando pintura para que mi rostro no se vea tan pálido a lo oscuro de mi cabello, a las enfermedades y adicciones de estos días. Iré sin resaca, será la mañana sin resaca que toca en cada mes.

Aunque pueda ser que solo me abrace, y vuelva por donde llegó, huyendo de esta diminuta e infernal ciudad. Que duele. Y a mí me gusta.

He pasado la tarde viendo el cine que aún tenía almacenado, llorando un poco, fumando, usando esa ropa cómoda, alimentándome de comida rápida, escuchando esa música de cantina, la cerveza, el opio. Invito a alguien que me bese y después se vaya sin lágrimas. Hago lo que tengo que hacer, por la abstinencia que representa mamá. Me dejo morir lo suficiente para estar viva a su llegada.

Voy al concierto de piano de ese chico que toca muy bien, y no sé por qué. Me acompaña el otro chico, el otro amigo, tiene bonita cara (cara de una noche o dos). Creo que nada más. Y nos tiramos en mi cama, veo el violín de lejos, y los instrumentos colgados en la pared.

Me dice: te has vuelto más persona. Yo me asusto. Vuelve a decir: trabajas mucho, como un padre de familia desesperado. Me re-asusto. Y le pido que mire mi cabello, mi cara y que compruebe si pertenecen a alguien razonable. Me observa con sus oscuros y concluye: eres una loca. Y ya sonrío.

Han descubierto la hora en la que estoy en casa y llaman. Preguntan sobre ese encuentro. Les digo que no me jodan, que ya llamaré después para salir a algún lado. Me desvelo y dejo las ventanas muy abiertas toda la noche. Ando con poca ropa. Siento el frío, la música muy fuerte, tanto orgasmo, o la palabra que mejor lo represente. Y acostada en el piso de la cocina, pienso, pienso que alguna vez yo quisiera volver, así como vuelve él, que alguien me esperara con tanto miedo, desesperación, nerviosismo, y sobre todo, muriera por una caricia mía, así, como yo espero la de papá.


1 comentario:

dOS mÁS dijo...

For what it's worth: it's never too late or, in my case, too early to be whoever you want to be. There's no time limit, stop whenever you want. You can change or stay the same, there are no rules to this thing. We can make the best or the worst of it. I hope you make the best of it. And I hope you see things that startle you. I hope you feel things you never felt before. I hope you meet people with a different point of view. I hope you live a life you're proud of. If you find that you're not, I hope you have the strength to start all over again..........Eric Roth