enero 31, 2010

[Sun-Day]



Trabajamos como animales durante la semana. Madrugamos, estudiamos, asesinamos, escribimos, caminamos, subimos y bajamos en la montaña rusa. Somos entes en movimiento constante sin importar edad o condición. Somos conjuntos de partículas acelerándose hasta la ruptura atómica. Somos energía liberada. Pura y puta energía emanando luz y calor.

Luego llega el fin de semana.

Entonces nos ponemos a mil. Hay ganas recorriendo los rincones. Hay que quemarlo todo sin importar daños colaterales. Una legión de escribientes, meretrices, aprovechados e hijos de perra toman calle y noche celebrando el aquí y el ahora. Riendo a carcajadas gracias a ese ápice humorístico que no consiguieron borrarnos.

Drogados todos de viernes a sábado. Colocados en el frenesí de la sustancia que más te agrade. En trance, aunque conscientes de que esto funciona a base de impulsos limitados, bailamos la danza de la confusión poseídos por un espíritu nuevo capaz de aniquilarnos. Buscamos el olvido y la euforia como fin, sin importar trasfondos morales o filosofías baratas. Somos, durante unas horas, la esencia de lo que ignoramos ser. El germen de poderosas transformaciones.

Hasta que llega el fin del findesemana: El domingo.

Todo es tristeza en la tarde de domingo. O quizá no. A lo mejor por fin hemos encontrado la calma sobre la que edificar una nueva vida de crecimiento constante. A lo mejor el dolor puede desaparecer y las ausencias conjugarse con nuevas presencias. Sí, joder, eso es, estoy a punto de descubrir a tu lado la clave del asunto. Hay algo especial en las largas tardes dominicales entre la resaca y la tristeza, entre el sopor y cierta extraña inspiración nacida de las cenizas de la noche anterior.

En las tardes de domingo la destrucción se vuelve un tibio manto cubriéndonos para afrontar otra semana. En las tardes de domingo el sexo parece el fin del mundo y la soledad refleja quietudes de cementerio olvidado. Cuando el domingo se apaga dormimos el sueño inspirador capaz de dar respuesta a las dudas más complejas. Sería posible encontrar una explicación a todo esto con sólo cinco minutos más de sueño, pero entonces suena el despertador. Formateo total. Lunes. 6 de la mañana. Se jodió el invento.

Tendremos que volver a intentarlo el próximo finde.

enero 30, 2010

Feliz Tercer Día Juntos...


Te encontré. Ya no hay duda. Y mi plan es convertirme en una viejita a tu lado (para lo cual, te insisto, con el ceño fruncido pero con los ojos riendo, tienes que dejar esos cigarrillos a escondidas que te convierten en un fumador de armario).

Me has regalado la valentía de no ocultarme ante nadie, aunque a veces de miedo y la inspiración para perseguir un sueño que no da dinero y sin embargo me hace millonaria. Juntos vivimos como nos da la gana, deconstruyendo lo establecido y dando la espalda a quien no quiere entendernos. Como todo amante que se precie, hemos inventado nuestro propio lenguaje y hemos descubierto que las dos palabras, esas tan manidas, nunca se gastan, siempre suenan a primera vez, siempre es como si las hubiésemos inventado nosotros. Amar es una artesanía de cuidada elaboración que, como dos metódicas Frida Kahlo, no nos cansamos en trabajar.

Amarte es querer tu lado difícil, igual que tú soportas el mío. Leer en la cama compartiendo nuestros párrafos favoritos, comernos hasta que las tediosas obligaciones nos despegan, buscar esquinas recónditas de nuestra ciudad para conquistarlas, echarnos de menos, ir sorprendiéndonos con las multitudes de nuestro yo que nos vamos mostrando el uno al otro de la misma manera que una muñeca rusa se va desplegando, tú me empujas y yo te empujo para cruzar al otro lado del río, pasa el tiempo y cada vez huele más a futuro y cada vez edificamos más pasado y cada vez el presente es un lugar más tranquilo y atorbellinado.

Hemos desayunado juntos y luego tú te has ido a trabajar con esa ropa de working boy que me vuelve loca, y como todas las mañanas, me has dejado delante del ordenador envuelta en tu chaqueta de pijama que huele a ti.

-A.A.R.-

[2K8]



¿Tú nunca disfrutaste mis berriches? Porque yo a veces con los tuyos me divertía bastante. Te digo que me divertía, pero igual era más que eso. A veces divertirte es llorar con toda tu alma.
Tú me decías cosas de lo más hirientes. Por eso un día te dije que tenías cuchillos en la lengua. ¿Cómo se llamaban esas armas antiguas con las que según eso podrías enterrarlas sin sacar sangre? Tú eres de los que matan y se asustan de ver al muerto. Porque no hay sangre. Verduguillos... así se llaman los cuchillos.

Nunca te lo dije pero me gustaba. Nadie se toma el trabajo de armar esas ofensas sin un perol de pasiones quemándosele dentro, ¿me equivoco? Tal vez, péro no me equivocaba cuando sentía mi Ego crecer con cada una de tus cuchilladas. Y si he de ser pareja, he de reconocer que mis cuchilladas también eran terribles, porque a mi no me asusta ver sangre. Tú elegiste el arma...

¿Sabes que te ves irresistible desangrándote? Hirviendo del berrinche, aventando cosas al piso, cortándote los dedos. Y yo callada. ¿Qué pensabas? ¿Me asusté? (Ja!)

[Yeah!]



Toda mi vida he odiado a los buenos. En todas las películas yo les iba a los malos. Y "Nefastófeles" era verdaderamente tan maldito que yo pasaba a ser la buena, la que tenía razón. ¡Qué horror!

En cambio contigo me quedaba el consuelo de ser una zorra aborrecible. ¿Nunca pensaste en mí con ese insulto? Ser zorra es como bailar: cuestión de agarrar el ritmo. Las monjas decían: Los malos pensamientos galopan cabalgados por demonios. Pero ser zorra no es un mal pensamiento, es más, ni siquiera es un pensamiento..!

Ser junkie de tus celos, alimentarme de ellos hasta cuando no estoy, eso SÍ que es ser zorra. Mira, yo creo que el arte de ser una zorra está un poco en la cama y mucho en otra parte.
Mis parientes, cuando hablaban de zorras, decían: las tramposas. Entonces, yo de niña, siempre que hacía trampa pensaba: -Dios, qúé zorra soy! ...y me iba a confesar. Claro que al padre no le decía: Me acuso de ser zorra, porque, además, zorra es un insulto. Pero sí me aacusaba de ser tramposa. Y lloraba muchísimo, porque imaginaba al sacerdote pensando: -Tan chiquita y tan zorrita. No te imaginas todo lo que cambié por eso...

Luego de confesarme cada mes por años, ya supondrás que un día no lloré, y al final, tanto el padre como yo, nos acostumbramos a los mismos pecados y a la misma penitencia. Tres padres nuestros y una buena obra. Según yo a los 12 era una zorra perdonada...

[Lo Acepto!]



¿Cómo quieres que empiece?
Soy el cordero que le saca lo buen pastor al lobo, y lo lobo al buen pastor...

Soy vanidosa, trendy, soy demasiado gorda para problema y demasiado flaca para solución. Debería estarte deciendo que soy maravillosa, pero como ya te diste cuenta, digo esto para confundirte, para jugar contigo, para que seas mi muñequito... pero entonces no vendrías tras de mí, como lobo hambriento, ni tendrías que haberte puesto la máscara de coyote para que yo te viera interesante.

¿Quieres saber en qué columpio enseñé por vez primera mis mini boxers?
¿Quieres saber cuáles fueron mis primeras palabras mágicas, mi primera escobita de velocidades, mi primer grito... heroico, mi primer príncipe convertido en sapo?
Si yo fuera oveja, sería negra, no lo soy por supuesto, qué flojera ser del rebaño, pero si lo fuera, mejor negra que mestiza.


Novios?
Hombre fuerte e inteligente, porque sólo los hombres fuertes saben obedecer las órdenes de una mujer sin quebrarse.

Las manos de un hombre no usan máscaras. Los hombres ponen duras las facciones hasta para sentirse guapos, pero las manos siempre los delatan. Cuando las manos de un hombre no te dicen nada, lo más probable es que el fulano sea un tontito sin carácter.
  • Una mujer con el escote en su lugar (será? Jaja!) tiene todas las armas para mover el mundo, puedes pedirles que hagan cualquier cosa y ellos comprenden que no son consejos, son instrucciones; y más si viene acompañado por una sonrisa que muere por corromperte.
  • Me odio por mi capacidad de hacer pedazos todo lo que tengo, pero también me admiro por lo mismo.
  • Lástima que mis mejores sentimientos me hagan vomitar; la gente se enamora y no vomita, por eso se envenena.
  • Besar a una persona en los labios es mucho más íntimo que hacer el Amor.
  • Sirvo para espantar a la gente, no para retenerla. retener es cuidar o guardar, y yo para eso no sirvo.
Yo soy aquella que explota tu interior,
soy Caín y soy Abel en tu retrovisor
mis entrañas no son malas si las sabes cocinar
te toca decidir qué postre quieres probar.
Rézame querido, cómprame mi altar
en tus próximas cien vidas no te vas a zafar.
""La intensidad de una pasión se mide por la soledad que le precede.""

Me siento oscura y luminosa, provinciana y newyorka, violada y violadora; traigo un motor adentro y me dan muchas ganas de usarlo para estrellarme contra una pared!.

[AAR]

Me senté a escribirte una carta. Luego pensé en crear un relato de lo acontecido el día de ayer. Terminé sin saber qué ponerme a teclear en la soledad, en ésta que sudo. No sé qué hacer... si describir tu pasmosa sonrisa saludándome al verme, mmm... sinceramente no sabría cómo describir esa mirada pintada de café y esa pinta de novio tierno regañándome por no contestar el teléfono.

Nopuedo. Simplemente hoy no tengo la inspiración para relatar cómo tus asombrosas manos se mueven revoltosas por todo el teclado, tus cosquillas al abrazarte que me hacen pensar y pensar cómo poder tocarte... y trato de repasar los momentos de hoy, saliendo de prisa de casa pensando en mil trabajos y en tu espalda; tu boca, el destino recurrente de mis besos acompasados en un delirio franco. Y vuelvo a reír, las cosquillas ahora en mi cuello recordando tu incitante respiración y. heme sentada aquí, otra noche, otro momento corto de inspiración, en este cuarto callado, oscuro...

Me pregunto hasta dónde eres culpable de mi falta de inspiración, haciendo que todo parezca correcto, todo en su sitio, mi vida hecha para el momento de delirar entre cosquillas y tus besos, en este bosque, con la sombra impulsándonos a un abrazo, o mi miedo a las arañas despertando a mi gran caballero andante (tú)...

Cayendo entre el pasto, el sol que nos calienta después en el bosque y respiro de nuevo el aroma de tu respiración al que, en mis adentros, quisiera entregarme sólo para recibir cosquillas, tu risa adornada con dos besos, un te quiero y dos mordiscos...

Y no tengo nada que escribir, no tengo vacíos que llenar, no busco nada. Hoy lo encontré todo en esa florecita que arrancaste color morado y adornando mi Clave de Fa. Y no puedo decir mucho, pues el recuerdo de tus besos se agolpa entre mis sentidos dejándome dos risas y pasto entre mi falda, mientras hilos de tu cabello de ángel se me atoran en los labios húmedos por ese nuevo beso acompasado con soltura.

No puedo escribir rebuscado, pues el hecho de nuestro día tan simple, sencillo y rutinario, por quejarte de mi falta de atención por no recordar qué ni cuándo me lo contaste, perdón, observaba el color brillante de tus ojos, adornados de eterno café y dorado. Mi chico malo... Es que acaso se me acaban estas letras, porque hoy en cada piedra, riendo como loca, completa, viéndote adelante escribiendo sin importar la hora, ésa de volver a la realidad. Pues amor, pequeño amado, más palabras no tengo, sólo que contigo todo es simple, más hermoso, todo intenso y natural, hoy no puedo escribir más que eso...

Me detengo en la esquina, debes partir de nuevo. Me detengo en ese instante deseando que voltees, que me dirijas esa sonrisa, esa mirada y que de nuevo, me robes las palabras y no tenga nada que decir...

TE.

Te.



Te voy a respirar entero.... Te voy a dar un baño para luego secarte a base de aliento caliente. Te voy a recorrer tan despacio que dudes entre las cosquillas o el horror de ser devorado junto al hormiguero. Te voy a sensibilizar cada pedazo de piel hasta que te sientas tan receptivo como transparente. Hasta que el contacto con mi materia opaca te parezca la mayor de las perversiones.

¿Por qué?
-Porque quiero hacerte sufrir de puro vicio. Porque te quiero coger bien en el sentido positivo del término. Claro que lo de coger debería llegar en último lugar, a no ser que lo imprevisto se imponga y nos lancemos a uno de esas cogidas rápidas y eficaces quizá contemplando el paisaje desde algún punto elevado. Que la proximidad entre tu pecho y mi espalda nos transmita el calor suficiente para no morir congelados mientras cogemos despacio descubriendo la solemnidad del vacío que se abre bajo nuestros pies.

Te voy a hacer agua, sudor y lágrimas. Te voy a transformar en materia viciosa mezcla de tu saliva y la mía. Te voy a dilatar cuerpo, alma, expectativa, devenir y casualidad. Te voy a coger como sólo cogen los condenados a muerte y los recién aparecidos. Te voy a descubrir el significado de las palabras saciedad, plenitud y desasosiego. Hasta que se nos acabe el tiempo. Hasta que ya no haya términos capaces de pararnos.

¿Por qué?
Porque no somos como los demás. Porque ya es hora de asumir que no hay mañana y que el principio de incertidumbre tiene que ver con la imposibilidad de comprender, asumir o sistematizar el momento presente. Porque lejos de la aparente estabilidad de la materia sólo somos un flujo molecular enloquecido sin rumbo ni sentido. Porque sólo la comunión de nuestros fluidos, que son sangre, logrará redimirnos de esta puta existencia carente de toda coherencia. Porque algo irrefrenable sale de tu sexo, mis ovarios y nuestros cerebros.

enero 27, 2010

Soy...




Hoy vengo con el dedo levantado y un cigarro en la mano... porque nací así, en blanco y negro para que tú me pintes, si te atreves, de colores. Nací tres días después de lo previsto, nací rebelde porque nací cuando me dio la gana, no cuando me lo dijeron. Así que yo voy hablarte hoy, voy a enseñarte los pájaros que vuelan en mi cabeza, para que vuelen en la tuya tres días después... cuando a ti te de la gana.

Que no voy a sorprenderte, que no van a sonar arpas cuando me veas.... que soy lo que ves, que soy de carne y hueso, que habrán días en los que no te me apetezcas y días en los que repte por entre tu cuerpo.

Que soy la princesa puta sacada del cuento, la renegada, la arpía si lo prefieres, la promiscua que regala el cuerpo sin implicarse si no vale la pena el corazón, la que regala el corazón en contadas ocasiones, la que te mata de frente, la que no traiciona. La que no le tiene miedo a nada salvo a tener miedo.

La mujer fría y con temple, la huérfana de cuidados, la que anda escarmentada...la que te hará el amor con los ojos abiertos para no perderse detalle, la que violará tu alma sin tu consentimiento, la que invadirá tu corazón sin tu permiso, la ladrona que sabrá hacerle el puente a tu corazón para que arranque aún cuando tengas miedo de que te lo rompa... porque quizás si... quizás vengo insolente a rompértelo, a quebrártelo, a despedazártelo (o es que ya lo hice? )... o quizás vengo a envolvértelo entre algodones, a bordarlo con letras doradas en las que escribiré que te quiero... porque soy la cambiante.... la tierna mujer de hielo que esconde un fuego que calienta y no quema.... la señora de tu calle, la puta gratis de tu cama, porque uno es infiel hasta que se enamora de una mujer con personalidad múltiple...

Soy la que te atará a la cama sin ninguna cuerda, la que te hará morder fresas de mi boca, la que dejará que la sometas a tu ternura, porque puedo ser tu pecado y el perdón del cielo en una sonrisa... carácter, torbellino, caballo desbocado que sólo puede domarse con susurros, sin estribas sin sillas, hay que sentir su piel, montarlo a pelo, trotar en su locura. Soy la que da sin pedir, la que se va cuando está cansada y cuando se le da la gana, la que no reprocha, la asidua a las copas de tus ojos, la que se emborracha con tu mirada, la que te enseñará lo peor para que no pierdas tiempo.

La promiscua que es capaz de regalar el cuerpo sin regalar el alma si el corazón no vale la pena, la que tiene el control de no implicarse la que se marcha si ve que implicarse no es lo que le interesa, la que es egoísta porque anda buscándote.


La nudista urbana de sentimientos... porque cuando la princesa puta del cuento decide quedarse, se queda y no se marcha y no necesita castillos de piedra ni corona para coronarte, ni riquezas para enriquecerte, ni alimento para alimentarte.

La arpía que amará con la intensidad de las arpías disfrazadas. La manzana mordida, saboreada a la que abandonaron sobre el manzano antes de comerse la parte mas dulce del fruto... el corazón.

=)



Estornudo de tanto enamoramiento que llevo dentro.

Me escuecen los ojos y tengo la nariz roja.

Mi lado torturado se venga así de mi propia felicidad.

¿Que qué suerte tengo?

No! Me niego! Me niego a la suerte!

Siempre se lo digo a Alejandro:

No es suerte, es merecido.

Fuimos a esos bares de moda en los que Alejandro dice

nunca haber estado de moda, ni ganas,

pero que ahora es diferente porque va conmigo

y conmigo todo es nuevo, hasta el rito más antiguo.

Se abre el mundo como a Ali Babá, la cueva.

Lo malo son los ladrones... –dice.
Y que ojalá pudiera volver a atrás para protegerme
de todos los ladrones de mirada turbia
que durmieron en mi cama.

Él llevaba saco y jeans negros
y yo me sentía así la más afortunada del planeta,
como en un sueño de ojos abiertos.
Lo quiero para mí siempre.

60 Más...



1.- Más vale pájaro en mano que... siento bonito!


2.- Me preguntaron por qué me mudé tan lejos y fue más fácil responder que por "un" hombre que dejé atrás. Me preguntaron si todavía lo seguía queriendo. Contesté que no. Que uno no abandona lo que ama, por eso cuando uno se va, es definitivo.


3.- Cualquiera, puede salir y entrar de sí mismo a su antojo. Y así cuando algo duele, o te da rabia, o miedo, te vas. Pero, si nadie es capaz de verme cuando estoy dentro…¿quién podría notar que estoy fuera de mí?


4.- El coito es como darle una patada en el trasero a la muerte mientras cantas una canción.


5.- Algunas veces tengo la sensación de que hay alguien por ahí que cree saberlo todo de mí.


6.- ¿No tienes a veces la sensación de que todos tus esfuerzos por encontrarle sentido a algo están vacíos? Y en esos momentos, cuando todo es estúpido y vano ¿ no te apetece coger "nomás"? ¿coger y coger sin piedad, contra todos, a toda máquina, dejándote la vida en ello? Coger sucio. Redundante. Profuso. Inmensa, incesante, densa, jodida, feroz. Perverso. Coger con cualquiera. De todas las maneras. Todo el tiempo. Como si siguiera un único camino directa al caos. Apurando mi vaso de veneno.


7.- Las estaciones y los bares son, salvo mi casa, los sitios donde más he escrito.


8.- Tengo retazos de todos los momentos formando un puzzle en la memoria. Pero todas las imágenes del mundo no serían nada sin los sonidos. Con ellos no hay retazos: los recuerdo todos.


9.- ...El loco, el soldado, el débil y los héroes aman, mi amor. Pero nosotros no. Finge amar mi imperfección por lo menos un segundo e infecta mis sueños con tu sabor.


10.- Es curioso cómo todas las sensaciones pueden concentrarse en unos pocos centímetros.


11.- No tengo formas de acercarme, descubro. A mí, más bien, me abordan.


12.- Tú afanado delante del ordenador. Y yo queriendo afanarme debajo de tu mesa.


13.- Fueron tres cuartos de hora exactos en lo que no dio tiempo a casi nada. Desde entonces, cada vez que me abrazas, me deshago.


14.- En el mundo del chat, están los que escriben con faltas de ortografía: ("es k aki no voy a poner los acentos, no m jodas"), a los que aún no han superado la ruptura: ("mi ex decía..."); a los empalagosos: (que te dicen "hola, amor", "hola, cielo" o, peor aún, "hola, wappa"); a los desesperados ("nena, estoy muy caliente"); a los que descartan por el envase ("mándame una foto y ya vemos"); a los encuestadores ("hola, edad, de dónde, tienes cam, quieres sexo"); a los insatisfechos ("es que con mi mujer ya nocojo"); a los incultos ("no tengo tiempo de leer") -y qué haces chateando-; a los maltrechos ("he tenido muchos problemas en mi vida y ya no me doy tanto") y a los que me llevan veinte años ("pero no te importará la edad, ¿no?").


15.- Me acuesto con gente de la que no me puedo enamorar.


16.- Siempre he tenido una imaginación fragmentada. Nunca recuerdo el todo: sólo planos detalle y sensaciones, sabores, olores, palabras. La curvatura de un hombro dorado; unas manos muy sabias, de dedos cuadrados, perfectos que no se me van de la cabeza; unas pestañas muy largas sobre unos ojos que saben escuchar; los dibujos que me hacían cosquillas en el costado; un sexo muy duro rozándome el muslo al principio y su sabor -muy, muy rico- más tarde; el color del semen encima del ombligo; un beso en el cuello; una lengua que entra en mi boca como si fuera suya; un antebrazo con la forma exacta. Todo eso recuerdo.


17.- Ahora he descubierto que el tiempo a veces no mitiga: potencia.


18.- Ese andar torpe, que a una de mis amigas más queridas le hizo preguntarme: ¿pero qué te ha hecho ese hombre...?


19.- A veces no me creo las cosas hasta que suceden. Y cuando han pasado, pienso si ocurrieron.
También tengo un catálogo de recuerdos irreales.


20.- O fumo mucho o fumo muy poco. Siempre estoy en los polos en todo.


21.- Te echo de menos en mi cama. Ese lugar en el que no te he visto nunca.


22.- La mejor manera de que una canción deje de doler es escucharla muchas veces.


23.- Dicen que son las mujeres las que eligen. Debo de ser, en esto, como en tantas otras cosas, la excepción que confirma la regla. Jamás he sabido que algo iba a ocurrir hasta que no lo he tenido encima. Podría decir que no me quedó más remedio que dejarme llevar. No sé quién eligió a quién pero, si fui yo, finalmente, espero que la luna o el cielo me conserven el buen criterio para situaciones futuras.


24.- Con algunas personas, a veces creo que merece la pena coger un poco sólo por las charlas de después. Abiertas.


25.- Me gusta que me (los) enciendan. Cigarros.


26.- Dicen que la conversación es el sexo del alma. Si la tengo, reconozco que está muy satisfecha.


27.- una de las personas que mejor conoce mi cuerpo y cómo soy en una cama es un amigo con el que no me he acostado nunca, aunque jura y perjura que me la metería 17 veces sin sacarla. La otra -sólo hay dos- es una mujer.


28.- Tengo cosquillas. Pero, cuando tus dedos caminan como hormiguitas por la cara interna de mis muslos, más que reírme, yo te espero.


29.- En mi cuerpo, hay un sinfín de senderos. Varios permanecen inexplorados aún. A veces pienso que te esperan.


30.- ... no me preguntes qué tal. No me jodas la noche.


31.- Me gustas recién duchado y me gustas cuando hueles a mí y al cansancio de después. Fumo, ya lo sabes. Eso no me impide olerte. Ni dejar de respirar por un instante. Ni quedarme sin aire. Ni esconder la nariz en tu cuello o en tu pecho, para quedarme con tu olor cuando no estemos juntos. Lo sé. Es muy higiénico ducharse después. Pero un día llegué a casa con la piel oliendo a ti y es una de las mejores sensaciones que recuerdo


32.- Me estoy guardando los recuerdos, uno a uno, por si acaso se me olvidan. Por si, cuando pruebe otros cuerpos y hayan pasado los años, se me desdibuja tu mirada de asombro en el momento del vacío.


33.- Hay otra cosa que también me pone y que no tiene nada que ver (o sí) con el sexo: Llegar a tu casa y adivinar los títulos que descansan en tu librería.


34.- La risa, a veces, se parece a un orgasmo. Lo he sabido siempre. Quien me hace reír, me hace vibrar. Y viceversa.


35.- A veces te acuestas con alguien y lo único que pasa es eso. Que le reconoces.


36.- Sobre todo, lo que recuerdo es la forma imperceptible en que tiemblo cuando sé que van a besarme. Justo en esos dos segundos en que la posibilidad se transforma en certeza, pero aún no se ha cumplido.


37.- Algun dia arribaràs i deixaré de sentir-me una nena. I seguiré sent jo, però dona.


38.- Fumar es como amar. Que te va matando poco a poco, pero no te das cuenta.


39.- Me gustan los hombres que eligen el "vino", sin consultarme. No sé porque, pero me encanta. Y no soy machista. Pero me gusta que elija el vino, sin siquiera mirarme. Y si acierta, y el vino es de mi agrado, sabrá besarme.


40.- No, si asustada ya estoy. Todos cometemos errores. Pero dejemos atrás todas esas estupideces que........... no significan nada. No significan nada. (Con qué no significan nada ¿eh?)


41.- No me llames cobarde, ni me digas que por temor estoy perdiendo la oportunidad de ser feliz. No me digas que contigo me brillan los ojos, que me río sin querer y pronuncio tu nombre en sueños. Lo sé, pero todo esto no lo puedo controlar, contigo no puedo elegir. Por eso me despido de ti, porque a mi me gusta elegir, decidir cuando quiero besar, cuando quiero amar, cuando quiero desaparecer.


42.- Una de las cosas más bonitas que han hecho por mí, es hacerme reír hasta que me ponga a llorar, es escuchar mi llanto en plena madrugada cuando mañana es laborable. Es mirarme en silencio.


43.- El día que te pierda deambularé buscando algo que se te parezca.


44.- El amor nace de nada, sí, pero muere de todo.


45.- Ni en las fotos queda constancia de cuanta magia hemos sentido.


46.- En eso consiste el verdadero amor: en detestar al otro por tantas pequeñas cosas y, a pesar de todo, insistir en quererlo.


47.- Cada vez que te creas solo, piensa que yo siempre ando al son de tu maravillosa polifonía.


48.- Desde niña quise jugar a ser mujer y abandoné las muñecas para aprender a deshacer el nudo de una corbata.


49.- Y fumo de mi cigarro, pese a tenerlo prohibido, y sorbo una cerveza, y bailo, y miro, y susurro y disparo.


50.- Polvo somos, del polvo venimos y en polvo nos convertiremos. La vida es un polvo. Polvos que no son nada. Polvos que lo son todo.


51.- Llevo casi un cuarto de hora tratando de imprimir tres míseras páginas. Todas las impresoras que he tenido, absolutamente todas, me han dado problemas (ui, aquí veo un símil aplicable a todas mis ex, ok, me disperso). Me cuesta la vida imprimir algo y cuando parece que lo consigo, entonces salen cien copias de lo mismo. Me desespera tanto…


52.- Mi felicidad es mirarte y reír. Reírme sin motivo, porque nada tiene tanta gracia como estar a tu lado y no entender por qué coño te quiero tanto.


53.- Ahora sé más, pero antes, escribía con bastante más conocimiento de causa.


54.- Tuve que probar las rebanadas gruesas de pan Bimbo, para darme cuenta de que te había perdido
para siempre.


55.- Sexo en el cine.. =)


56.- ¿Por qué no dejo que nadie se acerque? Porque esos momentos, por más hermosos que son, son espantosos cuando desaparecen.


57.- Tu aparición en mi vida fue como la de la pieza roja en el Tetris que llena los hueco que has estado preparando y, durante un segundo, todo encaja.


58.- La nostalgia, no es el recuerdo de lo que fue, sino de lo que debió ser, por eso la Nostalgia es triste.


59.- Yo no suspiro por los que fueron, sino por los que aún faltan por ser.


60.- Si no es el momento, no es la persona.


61.- No dar una respuesta, es también una respuesta.


Extra... 62.- "Las personas como tú nunca cambian". Nadie se imagina las veces que esa frase me ha vuelto rebotada, como un boomerang, directa a los ojos.


Extra 63.- ¿Sabes cómo se siente dormir en tu cama sin ti? Es basura. Es olerte pero no poder tocarte...


Extra 64.- ¿Qué es lo que yo quisiera? Un hombre que te bese, porque los hombres te besan al principio, pero después les vale ma... y un hombre, que siempre te quiera besar, que de repente te lleve acá a lo oscurito para darte un beso así, mojado, rico, que te meta la lengua así bien profundo... que te haga el amor besándote.


Extra 65.- De chiquita, quería un hombre que entendiera mis escritos, que me hiciera sentir que estoy en el País de las Maravillas pero ahora me conformo con... me conformo.


Extra 66.- Y siempre pasa... te enamoras y qué relajo. Quieres dormiry los sueños te quitan el sueño.

Extra 67.- Una mujer que te quiere así, que te sigue así, una vez la vida... ¿Por qué los hombres son así? Joden y joden persiguiendo a una mujer y cuando una dice: Örale, Va, me la juego!. Se rajan... Y lo dejas pasar y se va.. y se acaba.

Geranios...



Salgo para huir de ti, porque vuelvo a verte en otra persona. Sé que necesitaste odiarme por no saber quererme, ni quererte. Vuelves a doblegarme reafirmándome que soy una puta, tu puta. Tuya. Solo. Jodida y únicamente tuya. Y quizá yo tenga parte de culpa al pertenecerte tan enteramente.

Pero he dejado de pensar. Han dejado de importarme las cosas. He dejado de intentar salvarme cuando, en el fondo, sé que quiero aniquilarme. Igual que tú. Y la verdad es que lo consigues más satisfactoriamente. Mi piel se descose cuando la miras, mi sangre se derrota cuando me susurras que no recuerdas mi sabor, cuando me pierdo en el olor a tabaco de mis manos y desconecto de la tediosa, monótona y agotadora realidad.

Wicked Game resuena por toda la casa cuando me abandonas. Queensrÿche se expande como un eco cuando intento escapar y no me dejas. Al volver la vista atrás. Cuando el cuerpo me pide más.

Entonces la música deja de sonar. Y el silencio me arranca lo demás. Será que todavía tengo miedo. Miedo de encontrarle de nuevo y de tener que aceptar que lo que sentía por él no ha variado. Sé que necesita reflejar en mí todo su desprecio. Sé que, en algún recóndito rincón de su alma putrefacta y moribunda, sabe que quiere ser otro. Que quiere seguir siendo sin ser. Conmigo. Sin mí. Sin él.

Entonces comprendo que es posible, que quizá tengas razón. Que a lo mejor no he podido arrancármelo de dentro. Que había olvidado que reincidir es parte de mi encanto, o de la falta de él. Que sigo escondiéndome en mi gesto ausente cuando no puedo hacer más que pensarle y arder recordándolo, enfebrecer recordándonos. Que no quiero que pase la luz a mi cuarto para que no pueda tallarme la ausencia de sangre en el cuerpo.

Quiero sentir cómo el aire frío agujerea mis entrañas, cómo araña mi piel. Quiero sentir cómo se desintegra mi pensamiento y yo con él.

Lo Admito...

Admito lo que soy: soy mil personalidades variables metidas en un cuerpo que evoluciona hacia la decadencia de un sistema mecánico e infinito. Infinito hasta que todo explote.


Hoy decidí salir a una gran ciudad, dar un largo paseo de unos cinco kilómetros y volver a casa.
Sola. Sin ningún necio alertando de su aburrimiento.


Cincuenta personas me han mirado de arriba abajo. He seducido a dos.
Compré un libro sobre el control sobre la sociedad y la crítica punzante ante el ejército de la Estupidez: la masa.


En el tren vi a un chico aplicado, llevaba un libro. Al pasar delante de mí no miré su bella espalda, pero después de unos segundos mi cuerpo automáticamento lo hizo. Se sentó a dos asientos míos. Leía mientras escuchaba música. Llevaba un best-seller con la portada de una modelo (seguramente americana) semidesnuda. Qué mal… la educación y los patrones lo tienen atado.


Me perdí por la ciudad. Adoro perderme por la ciudad, no saber donde estoy y explorar en busca de mi camino o en busca de un muso lo bastante fiel como para que me dure una noche.


¿Y por qué sola?
Porque no hay nadie. Hay ratas, sí, pero no me sirven.


Vi pasar a cientos de personas en un instante a traves de mi mirada.
Mi campo de visión se llenaba de todo tipo de personajes.
Creí verlo como tres veces, pero no era él.


Lo vi pasar...


¿Creían que no iba a pasar?

Claro que lo hizo. Su vida se basaba en la rutina de pasar siempre por las mismas calles. Yo en cambio, era incapaz de crear una rutina. Mi organismo mental no estaba a la altura. La rutina me podía durar una semana como máximo, después escapaba, inconscientemente, a otro camino.


Esta vez me levanté, fui por él, sin pensar. Al intentar tocar su hombro no pude. Desapareció. Se hizo polvo. Dulce, dulce era la sangre que se derramaba de sus ojos; y triste, triste era la luna que le alumbraba el rostro.

60 Verdades al Azar...



1- Nunca lloro por tristeza, sino por rabia.

2- Necesito tener algo en la boca (siempre) para entretenerme.

3- Odio las altas temperaturas.

4- Me gusta estar descalza.

5- No puedo beber nada si no hay portavasos.

6- Con frecuencia quedo colgadísima, me pueden gritar en el oido y ni me inmuto :s

7- Le siento olor a vainilla a la niebla

8- Si una cancion me pone la puedo escuchar 304763087 veces seguidas.

9- Odio que la gente hace ruido al lavar cubiertos, platos, vasos, lo que sea.

10- Amo las noches de invierno.

11- Me fastidio cuando voy a algun lado donde haya mucha gente.

12- Nunca me puedo dormir antes de las 2 am

13- Amo diciembre.

14- Tengo obsesión por corregir las faltas ortográficas.

15- Soy "bien" openmind

16- Me han robado 5 veces

17- Me gusta la confrontación

18- Me encanta el helado de coco y chocolate

19- Para dormir, entre menos ropa, mejor.

20- Si hay un espejo, seguro me miro.

21- Le tengo miedo al compromiso

22- Me encantan los retos.

23- Dime algo que creas que no puedo hacer, para hacerlo.

24- Nunca dejo el celular

25- Me cuesta demostrar cariño

26- Paso de flash-back... y como lo odioooo

27- Tuve un coma etílico a los 12 y otro a los 16 :s

28- Estuve en clases de ballet tres años antes de los 7.

29- Me gusta lo bizarro, gore y psicodélicoo.

30- Amo el buen cine: Burton, Kelly, Lynch, Coppola, Tarantino... etc.

31- No le tengo miedo a la muerte.

32- Me encanta jugar ouija

33- Estoy obsesionada con los gatos

34- Planeé la muerte de alguien alguna vez (enserio) :|

35- Tengo pesadillas desde los 6 años con el fin del mundo

36- Amo el vodka con Ginger Ale

37- Me encantan los hombres argentinos... y los colombianos, españoles, uruguayos, mexicanos y de todo tipo, color y raza.

38- Me encanta sacarle fotos a cosas raras

39- Me encanta el sexo

40- Tengo debilidad por los espíritus ilustres, puede que porque les aprenda para mi propio desarrollo o por que me guste coleccionarlos.

41- Me llevo mejor con los hombres.

42- Me gusta a veces no llamar la atención.

43- Me gusta Stewie de Family Guy

44- Amo a Katherine Moenning, mi debilidad.

45- De chica era adorable, ahora soy una hdp.

46- Me gustaría dormir en un cementerio.

47- Fui a psicólogos

48- Me gustaban todos mis maestros, desde secundaria hasta bachillerato.

49- No creo en el Amor.

50- A veces me convierto en bipolar

51- Me gusta reir hasta llorar

52- Lo único que respeto es la amistad.

53- Soy autodidacta.

54- No soporto a la gente que quiere llamar la atención todo el tiempo

55- No me gustan los medicamentos.

56- No me gusta el tequila.

57- Tuve muchos sobrenombres

58- No me gustan las reuniones familiares.

59- Fumo uno diario antes de dormir.

60- Me gusta comer =)

enero 19, 2010

[DoS]

Amé. Lloré. Reí. Forjé planes (y planos) a golpe de ilusión. Dibujé una casa para ambos con geranios en las ventanas y una puerta siempre abierta. Recogí con las manos los escombros que estorbaban para alzarla, los tuyos y los míos, e incluso alguna vez los que los demás iban arrojándonos por encima de la verja. Me esforcé en construirla ladrillo a ladrillo. Descarté el adobe y la madera, no fuera a ser que viniera el lobo y soplara y soplara hasta derribar el más precioso de nuestros momentos.

Tanto temer a la terrible fiera y al final los que no supimos sostenernos fuimos nosotros.

Pero amé. Y lloré. Y reí.


14.09.08 - 14.02.09

[World]




Hoy te vi…
hoy visité tu presencia y me mostraste un rato de tu tiempo
hoy ocupamos un lugar que no cabe en este espacio
hoy te encontré pronunciando palabras.

Vi tu cara asintiendo a mi creación
fuiste parte de mi mundo.

Fui a tu boca y pronuncié mis palabras
solamente te buscaba...

Y estabas ahí, en mi mundo creado
y solamente necesitaba que te fueras.

Habité un lugar en mi miedo,
ahí te encontrabas,
buscaba respuestas, buscaba tu personaje.

Ahí estábamos... jugando a ser humanos
donde se dicen cosas infinitas
donde se pronuncian palabras prohibidas.

Te encontré, pero no estabas ahí
solamente buscaba traerte
que seas testigo de mi artificio
hacerte pasar por mi mente
que vengas por mí..
solamente para destruirme.

Hoy te encontré... en un sueño desesperado.

[Rain]

Ni siquiera importa ahora que su nombre huela igual que la lluvia porque nunca terminará de regresar y quedarse en mi olfato.

No es como si su sombra, al menos eso,
pudiera pasar de refilón por alguna de mis mañanas y alegrarme la vida.

Pero no, ya se cubrió su rostro de cachitos de pena y sólo duele aquí,
en medio del pecho, como un infarto.

enero 18, 2010

Far...




No me hizo feliz
ni el libro,
ni la tarta de nata
que comí con la vista,
ni el anillo que te compre,
que invitaba a una
vida junto a ti,
fue
mi pseuda muerte
al morder la manzana
en vaivén sobre ti.

Helada...

Penitentes los esclavos,
cobrando las regalías de sus pecados, redimiéndose en errores pasados,
caminando en las brechas, de surcos escarbados,
con sus manos,
con sus labios.

Dicen que hace frio estos días.

Me rio.

Hace más frio aquí dentro...

Ravens



Somos cuatro y aún jugamos
a querernos, a simular amor sobre la mesa
y sentarnos al pórtico a platicar de historias anormales,
mientras mamá prepara el alimento
y escucha devorarnos la carne.

Mi padre vendó los ojos de todos mis hermanos
y antes de abandonarnos, cubrió los suyos con sus ropas.
Mis hermanos se columpian de la mano de mi madre,
no soportan ser ciegos por culpa de papá
y se dan picotazos uno a otro para expiar
no sé que clase de pecado.

Sé que me sacarán los ojos si me acerco,
por eso me santiguo por las noches
y rezo un padre nuestro por todos.

enero 16, 2010

Blindness

A oscuras y segura hoy voy a adivinarte. Ya lo sé: querrás encender la luz, una vela, abrir la persiana. Te gusta mirarme mientras me vuelvo agua, enseñarme los dedos arrugados después de bucear un rato dentro de mí, pedirme que te mire mientras te estoy lamiendo despacito. Pero hoy no verás nada.

Quiero que se te agudicen los sentidos.

Puzzle

Tengo retazos de todos los momentos formando un puzzle en la memoria...

La manera de tocar con la palma de la mano, el momento en que tu sexo jugaba con mi sexo sin entrar, el jabón escurriéndose entre tus dedos, el calor tan soportable de finales de la primavera, esperarte durante una hora sin ropa interior para notar cómo me abarcabas entera por momentos, el ruido que hace una cremallera que baja muy rápido, el tacto exacto que revela tu dureza.

Pero todas las imágenes del mundo no serían nada sin los sonidos.
Con ellos no hay retazos: los recuerdo todos.

enero 12, 2010

Pasado en Infinitivo...

La querías tanto que el día que desapareció, se te apagaron todas las reacciones. Lo único que dejó activo su marcha, fue tu capacidad de llorar hasta que se te mojaran los tobillos y eso fue lo que hiciste durante días. Sabiendo que suplicarías sólo por un titubeo en su voz, una grieta en su muro defensivo. Sin entender que pintaba la época de sequías a estas alturas del año, buscando meteorólogos que certificasen que aún existía una posibilidad, que tus inundaciones no caerían en manos vacías.

De repente, un día, te diste cuenta que ella esta vez había usado la palabra adiós, descubriste su resguardo sin billete de vuelta y se te hicieron añicos las compuertas. Ya no está, ya no está, ya no está, te gritaban las calles donde la quisiste a tiempo completo. Sin descanso para el cigarrito.

Ahora te engañas en las madrugadas creyendo que compusiste la argamasa adecuada para contener la marea que no has tenido que soportar en tus pupilas. Es la forma más sencilla cuando eludes tu pasado: no volverlo a pisar… Y besas otras manos y tocas otros cuerpos, convencido de que las telarañas han hecho lo que les corresponde. Que lo que escuece en tu estómago cuando la imaginas, es sólo la mala digestión del alcohol de anoche...

Estará como siempre en alguna frontera… cuando la ves tomando otros puertos, con la misma maleta de siempre, colgando destinos en la sonrisa que nunca quisiste dejar de besar. Cuando sabes, porque lo sabes, que podrá deshojar cuerpos sólo con un guiño recordando los cuerpos, olvidando los nombres… y cuando el tizón se acerca demasiado a los puntos vitales, concluyes las máquinas e inundas pensando que así limpiarás el pasado.

Y sólo te darás cuenta de que te equivocas cuando sea demasiado tarde.

...

Extrañarte...

Claro que te echo de menos, por eso se me cosen las costuras de las sábanas a los vacíos intermitentes que ya no deja tu aliento en mi pecho. Y duele, claro que duele, por eso evito los rayos de sol asesinos que me muestran esos rincones que ya no te guardo para que los vayas habitando poco a poco.

Ahora son lugares muertos, se gangrenan y me corroen los baldosines, convirtiéndolos en estériles, incapaces de derramar lágrimas de consuelo. Y acabo siempre bajo el mismo peso, intentando conciliar un sueño repleto de pesadillas con la vana esperanza de despertar y verte a mi lado como entonces.

Claro que te echo de menos, porque ya no sé dormir sin tus manos de alabastro enfriándome las muñecas, replegándose en los vacíos de mi médula, porque no soy capaz de odiarlas ni aunque las recomponga segando otros cuerpos más allá de mi piel.

Así que cada noche descompongo mis opciones rebuscando tu rastro en el suelo inerme en el que siempre termino pudriéndome, helada y vacía. Siguiendo el rastro de mis lágrimas en un vano intento de encontrar, como si se tratase de baldosas amarillas, el camino de vuelta a ti, el camino de vuelta a casa.

...

Mi Tango..

El contigo y el sin ti se convirtió en un péndulo que acelerábamos con Vodka y retardábamos a la luz de domingos, porque en domingo nada es lo mismo que en lunes y olvidamos siempre las postales de sábado, inundadas perpetuamente por las cloacas.

En domingo, por no equivocarnos de nuevo, dejamos que el oxigeno escapase por las tuberías rojas en vez de insuflárnoslo boca a boca y a pesar del sístole y diástole, invariablemente proporcional a la distancia entre nuestros cuerpos, pusimos los crespones en las banderas, guardando el luto sabiendo que, a pesar de todo, no hay tierra suficiente para tapar el camino entre nuestras manos.

Lo nuestro apuntaba a certeza, a pesar del miedo que me daba escalar tus ojos, mirarlos de cerca, beberlos sin aditivos. A pesar de que te mordieras las uñas hasta hacerte sangrar. Subiendo, subiendo, nos descubrimos demasiado alto (lejos de las rodillas) para un salto sin paracaídas.

Precisamente para bajar sin prisas, te quedaste agarrado de mi collar, en el balanceo de mis senos mientras nos acunábamos los sábados (nunca más tarde de las doce). No queriendo mirar más allá, más acá (junto con la estantería de los trofeos oxidados de errores), un poco más acá, hasta injertarnos en piel y empañarnos el cielo de la boca, nos dejamos hacer con la única prohibición de no escribir un te quiero ni a base de arañazos.

Aún sin uñas, escarbamos parapetados bajo cuervos la fosa común (donde no vivimos para contarlo) aunque ni a cal viva nos borraremos de los huesos.