diciembre 13, 2010

Loca

Píntame una sonrisa forzada, haz que cada segundo sintigo, sea una vida contigo.

Perdona mis faltas, mis pequeñas faltas; embárcame en algún tipo de abrazo y hazme olvidar, sobre todo eso: olvidar.

Mírame fijamente; mantén la mirada. Busca algo en ella que te responda. ¿Lo encuentras?
No puedo mirarme a mí misma, aunque si lo hiciera sólo encontraría razones para no encontrarte nunca más.

Ya se dio cuenta el poeta hecho canción que "lo importante es lo que está detrás de la piel". Pero, ¿dónde estás tú? Me miro al espejo abriendo la boca buscado un buen ángulo para ver mi interior y encontrarte... pero no te encuentro.

Te busco, pero no te encuentro.

Solo me queda el frescor con sabor a manzana de la única vez que pude robarle un beso a tus labios y no lo hice.

Presente sin pasado, sentada y esperando que la dulce locura me enfrente contra la pared. Pero ya a nadie le importa cómo acabará tu historia.

Love?


Ayer, mientras la incapacidad de descanso ayudaba a mantener mis ojos abiertos, dando rienda suelta a mi mente y pensamientos, llegué a una conclusión sobre mi vida...

Ésta es que no había sido capaz de enamorarme otra vez; ya sea porque no había surgido la persona adecuada o por cualquier otra razón. Pero claro, si me paro un momento a recordar, sí que ha habido ocasión; y más de una... Pero sin embargo, por canguelo o por lo que fuera, no "quise" enamorarme.

Es raro, pero creo que no recuerdo lo que es estar enamorada de otra persona. Estoy enamorada de muchas cosas, pero hace mucho tiempo que no recuerdo ese sentimiento.

No sé si debo preocuparme, ya que quizás, tengo una idea de esto, que ninguna persona será capaz de igualar...

Entonces esto me inquieta,porque no sé si seré capaz de volver a querer a alguien de esa forma, si podré tener esa gran confianza para ser yo, si podré mirar igual...

Hace más o menos, estaba queriendo querer a alguien, creo que incluso lo necesitaba, pero ahora...
Ahora no sé si estoy preparada para ello...

Está claro que en esto del amor nunca se sabe y todo puede pasar. Puede que cruce ante tí la persona con la que pasarás el resto de tu vida y, tú, no dándote cuenta. Pero ahora estoy como ciega; no veo nada o, por lo menos no quiero e, incluso, no me apetece verlo.