diciembre 24, 2009

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Muñequito:

Hola! ¿Cómo estuvo tu año? Muñequito, tengo algunas cosas que decirte...
Cuando nos conocimos, te dije que mi prometido había terminado conmigo... te mentí. La verdad es que murió. Lo único que escribió en su nota fue que lo sentía pero que había demasiado dolor...

Qué destrozada...

No podía aceptarlo. Comencé a beber y, como ya te diste cuenta, no lo hago muy bien. Con frecuencia, algún desconocido me traía a casa en taxi y, por eso, mi madre te trató así la primera vez. Pero si la llegaras a conocer sabrías que es una persona muy buena.

La mamá de mi prometido y yo éramos muy cercanas. Una vez intentó presentarme a un conocido suyo. Ni siquiera lo consideré. Y entonces te conocí. Tú me lo recordabas... Ambos son fuertes, seguros de sí mismos, amables... a su manera. ¡Hasta te parecías a él! Y había otras semenjanzas. Detalles pequeños, pero importantes.

Nos conocimos en el parabús, igual que tú y yo. También me ofreció su pañuelo. En ese entonces yo estaba muy enferma y él me cuidó, igual que tú.

A medida que nos íbamos conociendo, sentí que la nube se iba disipando, pensé era por las similitudes entre tú y él y decidí que hiciéramos todo lo que hice con él, de tal manera que sería como si nunca hubiera muerto... y el dolor cesaría.

Él me llevó una rosa a mi escuela mientras yo estaba en clases... te pedí que hicieras lo mismo. COmo él y yo planeamos nuestro futuro bajo este árbol, también lo escogí para ti y para mí. Como él y yo teníamos nuestro restaurant favorito, te llevé ahí. Como él murió en el mar, te presioné para que saltaras y luego te salvé.

Todo fue una egoista locura de mi parte. Y sé que está mal, pero el dolor a veces nos enloquece.

No dio resultado.

Y hubo un momento en que me di cuenta que no me gustabas por ser como él, me gustabas porque me gustabas tú.

Cada vez que empezaba a sentirme feliz, prefería poner un alto. Me sentía culpable por ser feliz. Me sentía mal por dejar el recuerdo, por dejar de pensar... aunque fuera un instante... Sentía que lo estaba traicionando. Lo único qu epodía hacer era lastimarte y... no soy así... muñequito... no soy así!!! Y espero demostrártelo algún día...

Tenía que hacer algo. Si quería tener un futuro contigo tenía que romper con el pasado. Y para eso necesitaba tiempo. Espeor haber sanado en este año de separación y estar sentada a tu lado mientras lees esta carta. Pero si no lo estoy, no es porque no te ame por que sí lo siento. No e sporque no te extrañe, no, chiquito. Sólo significará que no estoy mejor y que la historia aún no termina.

¿Esperarás, muñequito?
¿Podrás esperar?

Con todo el corazón espero que puedas...

Te quiero...


Eva...


Copio la lista de diez consejos que él dejó para alguien más:

1) No la dejes beber, si lo haces, prepárate para cargarla.
2) Prepárate para ir a la cárcel.
3) Dale tu calzado si le duelen los pies.
4) Si te dice que va a matarte, no lo tomes como una metáfora.
5) No esperes ayuda de su madre.
6) Los días que pases con ella, pueden no durar. Disfrútalos.
7) Caliéntala cuando tenga frío.
8) Le gusta escribir.
9) Regálale un girasol cuando cumplan 33 días de relación.
10) Lo que pienses que va a pasar después, estás en un error...

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