enero 30, 2010

Feliz Tercer Día Juntos...


Te encontré. Ya no hay duda. Y mi plan es convertirme en una viejita a tu lado (para lo cual, te insisto, con el ceño fruncido pero con los ojos riendo, tienes que dejar esos cigarrillos a escondidas que te convierten en un fumador de armario).

Me has regalado la valentía de no ocultarme ante nadie, aunque a veces de miedo y la inspiración para perseguir un sueño que no da dinero y sin embargo me hace millonaria. Juntos vivimos como nos da la gana, deconstruyendo lo establecido y dando la espalda a quien no quiere entendernos. Como todo amante que se precie, hemos inventado nuestro propio lenguaje y hemos descubierto que las dos palabras, esas tan manidas, nunca se gastan, siempre suenan a primera vez, siempre es como si las hubiésemos inventado nosotros. Amar es una artesanía de cuidada elaboración que, como dos metódicas Frida Kahlo, no nos cansamos en trabajar.

Amarte es querer tu lado difícil, igual que tú soportas el mío. Leer en la cama compartiendo nuestros párrafos favoritos, comernos hasta que las tediosas obligaciones nos despegan, buscar esquinas recónditas de nuestra ciudad para conquistarlas, echarnos de menos, ir sorprendiéndonos con las multitudes de nuestro yo que nos vamos mostrando el uno al otro de la misma manera que una muñeca rusa se va desplegando, tú me empujas y yo te empujo para cruzar al otro lado del río, pasa el tiempo y cada vez huele más a futuro y cada vez edificamos más pasado y cada vez el presente es un lugar más tranquilo y atorbellinado.

Hemos desayunado juntos y luego tú te has ido a trabajar con esa ropa de working boy que me vuelve loca, y como todas las mañanas, me has dejado delante del ordenador envuelta en tu chaqueta de pijama que huele a ti.

-A.A.R.-

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